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Beep. Beep. Beep. Se oyó un sonido débil, casi imperceptible, pero molesto. Muy molesto. Grayson Tunner intentaba apagar el dichoso despertador, pero el maldito cachivache no se silenciaba ni a la de tres. Con su paciencia por los suelos, consiguió apagarlo. A los dos minutos, la cosa volvió a sonar. Gruñó con frustración.
- Malditos sean los objetos modernos.
Grayson no era una persona a la que le gustase madrugar. Se dirigió a la cocina arrastrando los pies. Allí, se encontraban su tía Katrina y las gemelas Melinda y Belinda Winter, que no eran gemelas idénticas, no. Se parecían, sí. Ambas eran vanidosas, egocéntricas, rubias, con ojos verdes, altas y superficiales.
Melinda era la de la nariz perfecta y piel perfecta. Belinda era la de la nariz imperfecta y piel imperfecta.
Grayson no era normal, o al menos eso le decían sus primos. Los chicos tenían que ser altos y atléticos, no bajitos y escuálidos, como él. Con su pelo marrón oscuro, sus ojos castaños y su 1,56, no destacaba demasiado. En realidad no destacaba nada.
Desayunó, aunque no era un desayuno nada apetitoso.
El instituto Stone High estaba a un kilómetro de la casa de los Winter (caminando, que es cómo iba Grayson).
Las calles de Nueva York estaban tranquilas, un hecho de lo más extraño, ya que normalmente, la ciudad era un completo caos.
- Extraño.- Pensó Grayson.
- Si las cosas siguen así, un maravilloso paseo al instituto".
Si fuese un lunes normal (que no lo es, evidentemente), las calles estarían llenas de aquellos hombres con trajes caros e inmaculados, aquellas ancianas de abrigos de piel y aquellas mujeres con tacones demasiado altos, ropa "chic" y exceso de maquillaje.
El instituto Stone High era un edificio de lo más moderno y era famoso por sus instalaciones recién colocadas.
Entró en el instituto, se dirigió a su taquilla, la abrió y dio los buenos días al libro que se cayó. Era un desastre aquella taquilla. Más desordenada que un oficina de un abogado despistado.
- ¡Gray!.- La voz le resultaba familiar. Se dio la vuelta y... ¡Santa madre de Dios! Era Dave, su (prima) mejor amiga, con un ojo morado e hinchado.
La historia es que Dave era tan torpe como Grayson, así que, cuando Dawn, la hermana de Dave estaba practicando boxeo, le dio sin querer a su hermana, claro que una vez bastó, para dejarle el ojo morado...
MARINELA LUMINITA SALI (2ºB)
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