¿CÓMO ME ORGANIZO PARA ESTUDIAR?
Aunque no nos lo parezca, la organización es muy importante para aprovechar realmente el tiempo a la hora de estudiar y que además ese tiempo sea productivo.
No sirve de nada sentarse en la mesa e ir haciendo los deberes o simplemente ponernos a repasar, una materia tras otra, sin ningún orden.
Lo primero que debemos hacer es tener claras las tareas que tenemos para cada día. La semana es muy larga y si nos organizamos bien, nos da tiempo a todo. Pero si no existe un orden nos podemos volver locos. Aparecerá el estrés y la angustia porque no acabamos y queremos hacer otras cosas.
Primera regla: no dejes para última hora lo que tienes que hacer, solo conseguirás agobiarte porque no llegas a tiempo.
Para poder organizarte mejor te recomiendo tener en cuenta una serie de pasos:
1º.- Haz una lista con todas las asignaturas que tienes. Desde las más fáciles a las más difíciles o las que te cuestan más estudiar. Verás que la mayoría son de dificultad media pero habrá otras más sencillas y asequibles y algunas con un mayor grado de dificultad. Justo en esas últimas será donde tendrás que dedicar más tiempo.
2º.- Establece el tiempo que vas a dedicar para cada una de las asignaturas. Se suele decir que tanto en bachillerato como en la universidad se confeccionan los planes de estudio para que el alumno le dedique al día ocho horas, como si se tratara de un trabajo, contando las horas que emplea en clase. Intenta dedicar a diario entre unos 15-30 minutos para las asignaturas de dificultad baja, entre 30-45 minutos para las asignaturas de dificultad media y entre 45-60 minutos para las asignaturas de dificultad alta.
3º.- Repasa las asignaturas del día todos los días. No siempre tendrás que sentarte a estudiar pero sí dedicar unos minutos a revisar lo que se ha dado en clase y preparar lo que harás en la sesión siguiente.
4º.- Utiliza un calendario para anotar todas las fechas de exámenes y trabajos y revísalo todos los días. Ponte fechas límite para acabar esas tareas o para tener estudiado el contenido del examen y por supuesto cumple esas fechas. Piensa de qué manera te vas a recompensar por ser tan eficiente y valora la importancia de serlo para obtener esos resultados que tanto estás buscando. Solo depende de ti. Pero ¡ojo! Las metas tienen que ser razonables. Puedes hacerte un horario semanal donde anotar también tus actividades de ocio, tus series favoritas, deporte…
5º.- Búscate un método de estudio que se adapte a tu personalidad. Son varias las opciones de las que puedes disponer. Intenta descubrir cuál puedes adaptarse mejor a ti. Se sincero y dedica un poco de tiempo a analizarlos.
6º.- Haz mapas mentales. Son un método muy eficaz para memorizar. Te permiten expresar de forma creativa y lógica las ideas principales sobre un tema. Su estructura a partir de un núcleo central te ayuda a convertir largas y pasadas listas de datos en coloridos esquemas que te facilitarán la memorización, utilizando para ello símbolos, líneas, palabras, colores o imágenes para ilustrar los conceptos que tienes que estudiar. Un mapa mental es como un plano de una ciudad donde el centro representa la idea principal y el resto de las calles, las avenidas segundarias que llevan a él son ideas secundarias que refuerzan ese contenido. Lo importante de los mapas mentales es tener en cuenta varios aspectos:
- La idea principal tienes que representarla con una imagen centrada en el papel.
- Las ideas secundarias irradian de esa imagen de central como si fueran avenidas que llevan a ese centro.
- Las calles secundarias pueden incluir palabras, imágenes, siglas que te ayuden a recordar la idea.
- Las ideas de menor importancia se representan como “ramas” o calles de menor categoría que llevan a las calles secundarias.
7º.- Ajusta tus expectativas. Sé realista con tus metas, no te exijas lo que no puedes conseguir. Solo conseguirás angustiarte.
8º.- Duerme tus ocho horas diarias. El descanso es imprescindible. Sino descansas tu cerebro no va a poder funcionar correctamente, por muchas horas que te pases sentado mirando tus apuntes. Termina tu jornada de estudio al menos dos horas antes de acostarte y realiza alguna actividad que te guste: leer, ver la televisión, escuchar música…
9º.- Desayuna bien. La alimentación es muy importante. Dieta equilibrada y ordenada en cuanto a los horarios.
10º.- Haz ejercicio. Sal a pasear, a correr, haz algún deporte. Estírate, toma aire fresco. No todo puede ser estudiar.
11º.- Ten ordenado tu espacio de estudio. Sentarse a estudiar en una mesa desordenada no es agradable a la vista y de primeras te va a generar rechazo.
12º.- Y por último: el día antes del examen baja el listón. Repasa, descansa, duerme y come bien. Es importante ir despejado.
¿QUÉ MÉTODOS DE ESTUDIO PUEDO UTILIZAR? TE PROPONGO 2:
Segunda regla: Elige un método que vaya contigo, puede ser uno de estos o cualquier otro que te sea útil.
1º.- El método Pomodoro. Esta técnica consiste en realizar periodos de estudio de 25 minutos con descansos de 5 minutos. Esto te permite mantenerte muy concentrado ese periodo de tiempo, sin interrupciones ni distracciones. Cada vez que se termine uno de estos intervalos se marca una X para seguir el progreso y se registra el número de veces que la persona estuvo tentada a suspender su trabajo o a procrastinar. Cuando se completan cuatro periodos de trabajo, es decir 100 minutos, el descanso debe ser de 15 a 20 minutos. Para utilizar esta técnica necesitarás hacerte con un cronómetro o utilizar el del móvil. Los cinco minutos los debes utilizar para realizar actividades que sean lúdicas: tomar un café, mirar el móvil, ir al baño… Es importante que no tenga contenido cognitivo para ayudar a tu cerebro a asentar lo que has estado estudiando previamente. Puedes combinar este método con el uso de libros de arteterapia donde puedes colorear figuras o dibujos con muchos detalles. Seguro que habrás visto muchos libros de ese estilo últimamente en grandes librerías o en Fnac.
2º,- EPL2R (explorar, preguntar, leer, recitar, repasar) Las cinco fases del método Robinson (Web natursan.net)
1. Explorar. Consiste en echar un vistazo rápido al tema con el objetivo de centrar nuestra atención en la materia con la que debemos trabajar, y que debemos estudiar. Explorando los contenidos del texto, desglosados de forma general en el índice, podemos descubrir:
2. Preguntar. Cuando realizamos la primera lectura, es importantísimo ir anotando las distintas y diferentes preguntas que se nos pueden ir ocurriendo sobre el tema, y que podrían contestarse con el texto. Es decir, hacernos preguntas sobre el propio texto que debemos estudiar, y que de hecho ya estamos trabajando.
3. Leer. Debe ser sobretodo una lectura activa de los distintos contenidos que se deben estudiar, y que nos encontramos trabajando. Se recomienda la realización de resúmenes, subrayar los elementos importantes, hacer esquemas… En definitiva, no solo leer de manera activa, sino realizar todas aquellas técnicas que nos sean de utilidad para discriminar entre lo accesorio y lo importante.
Se recomienda hacer la lectura de la siguiente manera:
Realizar la lectura con la máxima concentración.
Haz una lectura de un tema completo.
Relee los pies de fotos, las imágenes y los gráficos.
Pon especial atención en las palabras y frases que el propio texto destaque (por ejemplo, aquellas que se encuentren subrayadas, en cursiva o en negrita).
Disminuye la velocidad de lectura en aquellos párrafos que no comprendas.
Luego, haz siempre una segunda lectura del texto, subrayando y remarcando las partes del contenido que consideras como más importantes, para que luego te sea más sencillo hacer resúmenes.
4. Recitar. Al terminar de leer un capítulo vuelve a releer las partes más importantes del contenido, que hayas subrayado y/o marcado.
Una vez hecho esto, cierra el libro y expresa en voz alta, con tus propias palabras, aquellos conceptos centrales que recuerdes. Se trata de una fase importantísima, ya que es el momento en el que nos contamos a nosotros mismos el resultado de lo que hemos leído, lo que nos será de utilidad para fijar en la memoria los aspectos más importantes.
Además, la fase de recitar es útil para mantener un interés y atención activas sobre los contenidos.
5. Repasar. Imprescindible y necesaria, se trata de una fase fundamental que no solo es recomendable hacerlo horas antes del examen, sino también a lo largo de los días de estudio mediante el denominado como repaso programado.
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