Reflexionamos sobre las influencias y la responsabilidad individual, respecto al uso de mascarillas, a partir de un relato y del manejo de cifras de la pandemia. Terminamos la actividad con una simple pregunta: ¿en lo que llevamos de pandemia, cuántos "aviones se han estrellado", teniendo en cuenta la cifra de muertos?
"Y entonces me dijo: - Vamos, quitatela. Y acompaño sus palabras con esa sonrisa suya, con la que sabe que me desarma.
Y yo, que cinco minutos antes no me lo hubiese ni siquiera planteado, me quité la mascarilla. Yo la hija responsable. La hermana mayor. La nieta preferida. La alumna ejemplar. Y entonces lo hizo. Me cogió de la mano y me acarició el pelo. Y a mí me temblaban hasta las orejas. Levitaba de felicidad.
Pero dicen que todo lo bueno dura poco. Me susurró un "hasta la vista" y a lo vi alejarse hasta un grupo de chicas.
Diez minutos más tarde, se estaba liando con una delante de mis narices. El mundo se desplomó ante mis pies. Me limpié la cara con la mano. Mi cara sin mascarilla. Y entonces lo pensé. Cuánta gente hay aquí. Cuántos llevamos mascarilla. Cuánto tiempo llevo sin ella. Cuánto se tarda en contagiarse. Mi padre. Mi madre. Mi hermana. Mis abuelos..."
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