martes, 21 de octubre de 2025

PÍLDORA DE ORIENTACIÓN PARA FAMILIAS: WHATSAPP ESCOLAR: CUANDO EL GRUPO SE CONVIERTE EN RIESGO.

 

 

PÍLDORA DE ORIENTACIÓN PARA FAMILIAS: “WHATSAPP ESCOLAR: CUANDO EL GRUPO SE CONVIERTE EN RIESGO”

Cada vez son más los menores que reciben su primer teléfono móvil a una edad muy temprana, como por ejemplo siendo este el regalo estrella para la Primera Comunión. Pero lo que en principio parece una herramienta útil para localizarles o ayudarles a integrarse en clase; puede llegar a convertirse en una vía de acceso a contenidos inadecuados, conversaciones y dinámicas para las que no están cognitiva ni emocionalmente preparados.

En concreto, si hablamos de los grupos de WhatsApp entre compañeros, estos pueden convertirse, en determinadas ocasiones, en espacios donde surgen conflictos, presión social o faltas de respeto, especialmente cuando no se hace un uso adecuado de la herramienta.

Para muchos menores existe una sensación de impunidad. Creen que lo que comparten en el grupo es invisible para los adultos, que se puede borrar fácilmente.  Sin embargo, todo lo que se publica, reenvía o comenta en el entorno digital deja huella. Esa huella digital es el rastro que dejamos en internet, y puede permanecer mucho tiempo, incluso cuando creemos haberlo eliminado. Capturas de pantalla, reenvíos o copias hacen que el contenido se multiplique y escape al control del menor.

Como padres, es nuestra obligación estar al corriente de los riesgos que esto implica, de las responsabilidades legales que conlleva y de la necesidad de establecer límites claros, normas de uso y de realizar un acompañamiento educativo desde casa. Porque el móvil no es solo un dispositivo: es una puerta abierta a un mundo que necesita guía, respeto y responsabilidad.

EL GRUPO DE WHTASAPP, ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? 

En España, la edad mínima legal para usar WhatsApp es de 13 años. Esto significa que un niño menor de esa edad no debería tener perfil en la aplicación, aunque en la práctica muchos lo usan desde edades más tempranas.

Los grupos de WhatsApp entre escolares se han convertido en algo habitual. Lo que comienza como una herramienta útil para compartir dudas sobre tareas o quedar con amigos, puede transformarse en un espacio donde falla el respeto y no se miden las consecuencias.

A menudo, no hay mala intención. Simplemente no saben usarlo bien. El entorno digital evoluciona tan rápido como ellos, y muchas veces no tienen referentes claros sobre lo que está bien o mal.

Para nuestros adolescentes, hacer GIFs o memes con la cara de un compañero, reenviar un vídeo sin permiso o compartir una conversación grabada puede parecer una broma, una forma de entretenerse o de integrarse en el grupo. Pero el problema llega después, cuando hay que asumir las consecuencias de esos actos. Y esas consecuencias pueden ser legales.

Existen varios tipos de ciberacoso:


1.            Ciberacoso verbal: Este tipo de acoso se basa en el uso de palabras para amenazar, humillar, intimidar, calumniar o difundir rumores sobre otra persona dentro del entorno digital, como puede ocurrir en los grupos de Whastapp escolares.

 

2.      Ciberacoso visual: Incluye aspectos como la difusión de imágenes, vídeos o elementos gráficos para tratar de humillar, exponer, ridiculizar, chantajear o dañar a otra persona en el entorno digital. La difusión es rápida y difícil de detener. Una vez compartido, el contenido puede permanecer en internet indefinidamente, lo que agrava el daño emocional y dificulta la recuperación de la víctima.


3.          Ciberacoso sexual: Hablamos de grooming para referirnos al acoso derivado del envío de mensajes con insinuaciones sexuales repetitivas, solicitud de imágenes/vídeos íntimos o la difusión de contenidos visuales comprometidos de la otra persona sin permiso de esta. También se incluyen la creación de perfiles falsos para ridiculizar a alguien con contenido sexualizado.

EL COSTE EMOCIONAL 

Según el informe “El dilema digital: La infancia en una encrucijada” publicado por Qustodio en enero de 2025 y realizado entre varios países como España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Australia); el 70% de los menores entre los 10 y los 15 años cuenta con teléfono móvil, siendo el porcentaje superior al 96% cuando hablamos de niños y niñas de más de 15 años. Pero es que, además, según este estudio, los menores españoles son los que más tiempo pasan en redes sociales, siendo este de media 67 minutos diario y encontrándose la aplicación del Whatsapp como la más popular. Hablamos, por tanto, de una herramienta totalmente integrada en su modo de vida desde edades cada año más tempranas.

¿Qué ocurre cuando se entrega a un menor una herramienta tan potente como WhatsApp sin una preparación adecuada? Está claro que Whatsapp no es una herramienta peligrosa en sí misma, o no debería serlo. El problema surge cuando no se utiliza adecuadamente.

A través de este tipo de interacciones digitales, muchos menores a construyen una imagen de sí mismos desajustada que busca agradar a los demás sin expresarse de manera auténtica. Las redes sociales les devuelven un mundo ficticio lleno de expectativas irreales que les generan una constante inseguridad, así como una gran insatisfacción personal.

En esta etapa  de desarrollo, los adolescentes viven pendientes de la aprobación externa, bien sea a través de emoticonos, “likes” y respuestas inmediatas que les hagan sentirse valiosos.

Hablamos de menores altamente influenciables, con mucho miedo a sentirse socialmente excluidos, y que, a pesar de estar aparentemente “conectados” experimentan sentimientos de soledad, ansiedad, problemas de concentración… así como una fuerte inseguridad constante cuando no reciben respuestas inmediatas. Aspectos de sobra analizados y demostrados en estudios sobre salud mental en adolescentes.

Pero vamos a centrarnos en el uso del Whatsapp. Utilizar esta aplicación en plena adolescencia es conducir una bicicleta sin frenos en plena bajada. Cuando ponemos en manos de un menor un teléfono móvil y, además, le permitimos participar en grupos de Whatsapp, debemos tener en cuenta que les estamos dando una poderosa herramienta que puede facilitarle las relaciones sociales con sus amigos, pero también puede convertirse en una fuente de conflicto.

La velocidad con la que se envían y reciben mensajes; la necesidad imperiosa de responder y que te respondan al instante; la presión por encajar en el grupo y el miedo a quedarse fuera; contribuyen a que muchos adolescentes utilicen esta y otras aplicaciones, sin filtro y sin tiempo para reflexionar.

Ya no hablamos de nuestra adolescencia, cuando nos despedíamos de nuestros amigos hasta el día siguiente y aquel desencuentro “lo dejábamos enfriar”. Ahora esos pequeños conflictos no se apagan, sino que siguen alimentándose durante casi las 24 horas, reavivándose con cada mensaje, cada silencio, cada captura compartida… lo que lleva a nuestros menores a encontrarse sobrepasados con pequeñas situaciones que acaban haciéndose una gran bola emocional de la que son incapaces de salir.

Hablamos de una herramienta digital que ha dejado de ser una vía para intercambiar comentarios sobre tareas o deberes escolares; para transformarse en un canal privado mediante el que pueden llegar a volar memes contra compañeros, gifs, vídeos inapropiados, capturas de pantalla de conversaciones privadas o audios ofensivos. Un espacio que puede llegar a estar muy mal utilizado en el que se lanzan mensajes hirientes, burlas, o directamente se expulsa a compañeros. Hablamos de situaciones que, aunque puedan parecer triviales, en realidad pueden terminar en una denuncia legal.

El estrés al que puede llegar a estar sometido un menor, víctima de ciberacoso puede afectar profundamente a su bienestar emocional y psicológico. La sensación de amenaza constante, el miedo a consultar el teléfono, la preocupación por lo que se está diciendo o compartiendo sobre él o ella en grupos de WhatsApp, pueden generar una carga emocional difícil de gestionar. Esta situación puede derivar en alteraciones del sueño, problemas de concentración, bajo rendimiento académico, aislamiento social, trastornos en la alimentación e incluso síntomas depresivos.

Como familias, debemos entender que dar un móvil con acceso a WhatsApp no es solo una decisión tecnológica, sino una decisión educativa que requiere acompañamiento, diálogo y normas claras.

CONSECUENCIAS LEGALES PARA LAS FAMILIAS 

Cuando dejamos que un menor participe activamente en redes sociales o aplicaciones como Whatsapp debemos tener en cuenta que los últimos responsables del uso que haga a las mismas, somos sus padres.

Es importante conocer que, más allá de la intención del menor, existen implicaciones legales que las familias deben tener presentes para poder actuar con responsabilidad y anticipación.

Existen diferentes tipos de responsabilidades:

1. Responsabilidad civil: el artículo 1903 del Código Civil español establece que los padres o tutores legales pueden ser responsables civilmente por los daños causados por sus hijos menores cuando estos provocan perjuicios a terceros. La responsabilidad civil es patrimonial, lo que significa que los progenitores pueden verse obligados a indemnizar económicamente a la víctima por los daños físicos, morales o afectivos ocasionados. Esto incluye tanto los perjuicios materiales (como gastos médicos o escolares) como los daños emocionales derivados del acoso, la humillación o la exposición pública.

2. Responsabilidad administrativa: Se considera una infracción de la normativa de protección de datos la difusión de información sin consentimiento a través de Internet, como imágenes, vídeos, audios o datos personales de carácter sexual, violento o identificativo. Esta conducta puede derivar en una multa, que deberá ser abonada por los padres o tutores legales en caso de que el infractor sea un menor de edad. Esta responsabilidad se aplica tanto a quien obtiene ilícitamente los datos (por ejemplo, grabando sin permiso o accediendo a contenido privado), como a quien los difunde o publica sin el consentimiento de la persona afectada.

3. Responsabilidad penal: en España los menores de 14 años no pueden ser juzgados penalmente, pero a partir de esa edad, el Código Penal establece que sí pueden responder por sus delitos relacionados con el ciberacoso. Las medidas en este caso varían en función de diferentes factores como su nivel de madurez, la gravedad de los hechos, los antecedentes… Normalmente entre las consecuencias no son como en el caso de los adultos, pero sí son serias, y pueden incluir desde trabajos a la comunidad, a libertad vigilada e incluso ingreso en centros de menores.

¿QUÉ PODEMOS HACER LAS FAMILIAS? 

En el contexto actual, el papel de las familias es determinante. Si como padres o madres decidimos entregar un dispositivo móvil a un menor, también debemos asumir la responsabilidad de enseñarle a utilizarlo correctamente. Aspectos como configurar la privacidad, establecer límites y normas claras, y abrir el diálogo sobre su uso son fundamentales para que el menor aprenda a utilizarlo con responsabilidad.

1.           La importancia de enseñar, antes de entregar.

Antes de poner un teléfono móvil en manos de un menor, es fundamental acompañarlo para que aprenda a hacer un uso responsable. El dispositivo no debe entregarse sin más, sino como parte de un proceso educativo que incluya reflexión, diálogo y normas claras.

Esto implica:

-      Establecer horarios y lugares de uso concretos.

-      Marcar unos límites y unas normas consensuadas en casa, y asegurarse de que el menor comprende por qué existen esas reglas y cómo aplicarlas.

-      Si el móvil es heredado, reestablecerlo de fábrica antes de entregarlo. Esto permite eliminar contenidos, configuraciones y accesos que no son adecuados para el menor, y empezar desde cero con una configuración adaptada a su edad y nivel de madurez.

-      Conocer siempre la contraseña.


Algunos hábitos recomendables:

1.    Utilizamos el móvil con responsabilidad. Durante el día y en espacios comunes.

2.    Solo se utilizan las aplicaciones revisadas y autorizadas en casa previamente.

3.    Protegemos nuestro móvil con métodos de desbloqueo seguros como la huella digital o el PIN.

4.    Creamos contraseñas seguras (mayúsculas, números, símbolos) y no las compartimos ni con amigos ni con parejas.

5.    Vinculamos el correo de recuperación a uno de nuestros padres.

6.    Mantenemos nuestros perfiles en redes sociales privados.

7.    Usamos la cámara de forma respetuosa. No grabamos ni compartimos imágenes sin consentimiento.

8.    Cerramos siempre la sesión en redes, correo y plataformas para proteger nuestra privacidad.

9.    Utilizamos el móvil con conciencia y equilibrio. No dejamos que interfiera en nuestras relaciones, descanso o estudio. Establecemos momentos para desconectar.

10. Fomentamos el respeto en los grupos digitales. No compartimos contenido ofensivo, evitamos burlas y cuidamos el lenguaje. Todos merecemos un entorno seguro.

Educar antes de entregar es una forma de prevenir riesgos, fomentar la autonomía responsable y construir una relación de confianza en torno al uso de la tecnología.

1.           En casa educamos también en valores: el respeto digital.

Se conoce con el nombre Netiqueta. Hace referencia a los aspectos básicos de convivencia que desde casa deberíamos enseñar a los menores cuando utilizan Internet. Una de las reglas más importantes es que no debemos compartir fotografías, vídeos, audios… de otras personas sin consentimiento.

Debemos reflexionar con nuestros hijos/hijas sobre la importancia de reflexionar antes de compartir una imagen, etiquetar a una persona en una publicación o compartir una conversación. Preguntas como: “¿Lo harías cara a cara?”, “¿Le gustaría que lo hicieras a esa persona?”, “¿Podría hacer daño esa publicación?”, “¿Está de acuerdo con que lo hagas?” ayudan a desarrollar la empatía y el pensamiento crítico antes de compartir contenido en línea.

2.           Reflexionamos antes de publicar.

Debemos recordarles que lo que publicamos digitalmente no es efímero, sino que puede circular sin control. Aunque nos parezca que el contenido ha sido eliminado, alguien ha podido hacer capturas o grabaciones de pantalla que pueden ser reenviados o compartidos con otras personas. No se trata de generar miedo, sino prudencia Pensar dos veces antes de publicar, entender que lo que se publica puede tener un imparto en otras personas o en uno mismo, son aprendizajes esenciales para hacer un uso responsable.

3.           Uso adecuado de los grupos de Whatsapp entre menores.

Los grupos de WhatsApp pueden ser útiles, pero también fuente de conflictos si no se usan con responsabilidad. Desde casa, debemos educar en su buen uso:

ü    Utilizamos el grupo solo para temas importantes, no para conversaciones triviales.

ü    Cuidamos el vocabulario y tratamos a todos con respeto.

ü    No entramos en discusiones ni respondemos en caliente. Resolvemos los conflictos en privado.

ü    Evitamos malentendidos: somos claros y no interpretamos el silencio como rechazo.

ü    No compartimos contenido sin permiso: imágenes, vídeos, audios…

ü    No usamos el grupo como agenda escolar. Los deberes y trabajos escolares los gestionamos individualmente.

ü    No expulsamos a compañeros sin motivo: puede ser una forma de acoso. Nadie debe ser excluido sin motivo.

ü    Si vemos contenido inapropiado lo comentamos en familia, salimos del grupo o bloqueamos si es necesario.

1.           ¿Qué hacer si detectamos algo preocupante?

Como familias debemos saber qué podemos hacer si detectamos que nuestro hijo/a está implicado en un conflicto relacionado con el uso del móvil o del grupo de WhatsApp. Ya sea como testigo o implicado, es muy importante actuar con calma, pero con firmeza:

Ø  Escuchamos sin juzgar. Crear un espacio de confianza para que el menor se pueda explicar es fundamental. Si se siente atacado o culpabilizado, es probable que se cierre y no comparta lo que está ocurriendo. Es importante escuchar con calma, sin interrumpir, y mostrar disponibilidad para ayudar.

Ø  Observamos señales de alerta. Cambios de humor, evasión, ansiedad al recibir notificaciones, aislamiento, bajo rendimiento escolar o alteraciones del sueño pueden ser indicadores de que algo no va bien.

Ø  Guardamos las pruebas. Capturas de pantalla, mensajes, vídeos… pueden ser necesarios si hay que intervenir.

Ø  Contactamos con el centro escolar (si procede). Aunque el uso del móvil no es competencia directa del centro, los efectos que pueda tener sobre la convivencia sí lo son. El equipo docente puede colaborar en el seguimiento emocional del menor, estar pendiente en el aula y activar medidas educativas si el conflicto afecta al entorno escolar. La coordinación entre familia y escuela es clave para proteger el bienestar del alumnado.

Ø  Buscamos apoyo profesional (si procede). Si la menor muestra signos de malestar emocional, ansiedad o aislamiento, puede resultar recomendable consultar con profesionales de salud mental. La intervención temprana puede evitar que el problema se agrave.

Ø  Recurrimos a servicios especializados en el tema si es necesario. En caso de duda, preocupación o necesidad de orientación sobre el uso seguro de la tecnología, las familias pueden contactar con el servicio de ayuda en ciberseguridad del INCIBE llamando al 017. Es gratuito, confidencial y está disponible todos los días del año.

Actuar a tiempo puede evitar que un conflicto digital se convierta en un problema emocional o legal. Por eso, es esencial que las familias dediquen tiempo a compartir experiencias en línea, eduquen con el ejemplo, establezcan límites adecuados y acuerden normas claras. Este acompañamiento refuerza la confianza mutua, promueve una convivencia digital saludable y contribuye a prevenir situaciones que puedan comprometer el bienestar emocional o la seguridad jurídica de los menores.

RECURSOS Y ENLACES DE INTERÉS 

Uso responsable de la tecnología para niños - Primer móvil - Ciberbullying - Fake news – Privacidad

Vídeo para ver en familia.

https://www.youtube.com/watch?v=tBObvkx_nOg

La guía que no viene con el móvil

#LeDasUnMóvilyYa

Publicada por Unicef, con pautas de uso y límites claros.

https://www.unicef.es/infancia-tecnologia/mas-que-un-movil

Ciberseguirdad para familias

Guía realizada por el INCIBE

https://www.incibe.es/menores/familias/ciberseguridad

Guía sobre el uso seguro de Internet, móviles y videojuegos

Publicada por la Confederación Salud Mental España.Incluye pautas de prevención, factores de riesgo, decálogo para familias y consejos prácticos.

https://consaludmental.org/publicaciones/Guia-uso-internet-moviles-videojuegos.pdf

Educar en familia. Pantallas Amigas

Consejos prácticos para madres y padres sobre cómo acompañar a sus hijos en el uso responsable del móvil.

https://www.pantallasamigas.net/

Herramientas de control parental:

https://www.incibe.es/menores/familias/control-parental/

Puesta a punto de su primer móvil:

https://www.youtube.com/watch?v=fssk5tdWOl4

miércoles, 15 de octubre de 2025

PÍLDORA DE ORIENTACIÓN PARA FAMILIAS: EL BACHILLERATO A DISTANCIA. UNA ALTERNATIVA FLEXIBLE PARA CONTINUAR LOS ESTUDIOS DESDE CASA.

 


Cuando vives en un concejo rural como el nuestro, las decisiones vocacionales se ven muy a menudo condicionadas. No son pocas las familias que eligen para sus hijos la etapa del bachillerato, motivadas por factores como evitar los largos desplazamientos, facilitar la conciliación familiar, protegerles por su edad o porque sienten que aún no están preparados para estudiar fuera.

Otro de los argumentos que suele aparecer con bastante frecuencia es el peso emocional que tiene el título del bachillerato en la familia. Unas veces porque todos sus miembros lo han cursado; otras porque es el único miembro que ha llegado hasta ese nivel. También suele ser habitual el argumento de que en casa pensamos “que es capaz de sacarlo”. Esta presión, aunque bienintencionada, puede generar sentimientos de frustración e incluso hiperresponsabilidad por terminar con éxito la etapa.

Pero ¿qué pasa cuando el alumno no titula y tiene que repetir con una o dos materias? Pues que, a menudo, la situación se complica. Repetir en estas circunstancias no solo conlleva cambios en los horarios, sino también desmotivación e incluso abandono escolar.

En este tipo de casos, cursar el bachillerato a distancia puede ser una alternativa que salve la titulación, ya que permite recuperar las materias pendientes sin tener que acudir al centro todos los días. Ofrece un horario flexible y compatible con otros aspectos como el trabajo o responsabilidades personales.

El bachillerato a distancia es una opción oficial, reconocida y gratuita que ofrece una segunda oportunidad, cursando las materias pendientes desde casa con apoyo docente, materiales digitales y seguimiento personalizado. Se trata de una alternativa al bachillerato tradicional pensada para personas que, por sus circunstancias, no pueden acudir a clases ordinarias de manera presencial.

¿QUÉ DICE LA NORMATIVA?

¿Quién puede acceder a esta modalidad? Aquí te lo explicamos de forma sencilla.

La modalidad de bachillerato a distancia está regulada por la Resolución de 1 de marzo de 2024 de la Consejería de Educación del Principado de Asturias, por la que se regula la organización del Bachillerato para personas adultas. Esta establece que pueden acceder:

·         Personas mayores de 18 años, o que los cumplan en el año natural en que comienza el curso.

·         Personas mayores de 16 años que acrediten alguna de las siguientes circunstancias personales:

1.    Tener un contrato de trabajo o estar dado de alta como trabajador/a por cuenta propia o ajena.

2.    Ser deportista de alto nivel o alto rendimiento, según el Real Decreto 971/2007.

3.    Tener la condición de entrenador/a o árbitro de alto rendimiento del Principado de Asturias.

4.    Encontrarse en circunstancias excepcionales que, a juicio de la dirección del centro, impidan cursar el bachillerato en régimen ordinario diurno (previa presentación de informes acreditativos).

Además, es necesario acreditar residencia en el Principado de Asturias.

También pueden acceder quienes hayan agotado los años de permanencia en el régimen ordinario. En esta modalidad no hay límite de permanencia.

La normativa permite anular la matrícula completa o de alguna materia hasta abril, y cambiar entre el régimen nocturno y a distancia, conservando las calificaciones ya obtenidas.

Si el alumno viene del régimen ordinario, no tiene que repetir las materias ya aprobadas, siempre que sean equivalentes. Si alguna materia pendiente no se imparte en esta modalidad, se podrá cursar otra del mismo bloque.

EVALUACIÓN Y OBTENCIÓN DEL TÍTULO

La evaluación del alumnado que cursa el Bachillerato en régimen a distancia se realiza mediante pruebas presenciales por cada materia, distribuidas a lo largo del curso según el calendario del centro:

·         Dos pruebas presenciales durante el curso.

·         Una prueba final ordinaria, al finalizar el curso.

·         Una prueba extraordinaria, para recuperar aprendizajes no alcanzados:

o    Si el alumno está matriculado de todas las materias necesarias para titular, la prueba se realiza en las mismas fechas que el segundo curso del régimen ordinario.

o    Si no está matriculado de todas las materias necesarias para titular, la prueba extraordinaria se realiza en junio, antes del inicio de las actividades lectivas.

Para que un alumno pueda avanzar en el bachillerato o conseguir el título, se tienen en cuenta las materias que ha aprobado y las que aún tiene pendientes.


  • En la evaluación final, el centro revisa primero las asignaturas pendientes de cursos anteriores. Estas se evalúan antes que las del curso actual.
  • Algunas asignaturas están conectadas entre primero y segundo curso. Por ejemplo, si un alumno no ha aprobado una materia de primero que está directamente relacionada con otra de segundo (como puede ocurrir con Matemáticas o Lengua), no se le puede poner nota en la de segundo. Esa asignatura queda como pendiente, aunque esté matriculado en ella.
  • Esto significa que, para poder avanzar en ciertas materias, primero hay que aprobar las que vienen antes. Si no se hace, esas asignaturas se consideran no superadas y se reflejan como pendientes en el expediente académico.

En resumen, para avanzar en el Bachillerato a distancia, es clave tener en cuenta las materias pendientes y la relación entre asignaturas de primero y segundo curso.

ORGANIZACIÓN DE LAS TUTORÍAS

Las enseñanzas se organizan en dos cursos, y el alumnado puede matricularse de hasta once materias entre ambos, según su disponibilidad y ritmo de trabajo.

La atención al alumnado se realiza mediante tutorías de materia, que pueden ser:

·         Individuales: para seguimiento personalizado, resolución de dudas y orientación. Se pueden realizar por correo, teléfono o videollamada.

·         Colectivas: semanales, con sesiones clave al inicio, mitad y final de cada trimestre. Se celebran de forma telemática y, en algunos casos, también presencial.

El calendario de tutorías se publica antes del inicio del curso. La asistencia es voluntaria, pero se recomienda especialmente en los momentos clave del trimestre.

El equipo educativo está formado por profesorado especializado y una jefatura de estudios adjunta. Se constituye un grupo de tutoría por cada 100 alumnos/as, con un tutor/a asignado que dedica tiempo semanal tanto a tutorías individuales como colectivas.

Además, se designa un tutor/a de curso para el alumnado matriculado en todas las materias necesarias para titular, y otro para el resto. También puede haber un profesor/a coordinador/a para facilitar la comunicación entre tutores y alumnado.

TUTORÍA DE CURSO Y COORDINACIÓN

Además de las tutorías de materia, el alumnado cuenta con una tutoría de curso, que refuerza el acompañamiento académico:

·         Se designa un tutor/a específico para el grupo de alumnado matriculado en todas las materias necesarias para obtener el título de Bachiller.

·         Otro tutor/a se asigna al resto del alumnado, ambos elegidos entre el profesorado que imparte docencia en el régimen a distancia.

·         La dedicación horaria de estos tutores será la misma que la establecida para las tutorías de grupo en el régimen diurno.

La jefatura de estudios puede designar también a un profesor/a con una hora lectiva semanal para coordinar las comunicaciones entre los distintos tutores/as y el alumnado, garantizando así una atención más fluida y organizada.

ORGANIZACIÓN DE LAS PRUEBAS EN COLABORACIÓN CON OTROS CENTROS

Para facilitar la realización de las pruebas presenciales, los centros que imparten el Bachillerato a distancia pueden colaborar con otros centros docentes o instituciones públicas, previa autorización de la Dirección General competente.

·         El lugar, fechas y listado de alumnado convocado se publican al menos quince días antes de la prueba, tanto en el centro que imparte el bachillerato como en los centros colaboradores.

·         Esta información también estará disponible en las páginas web de los centros implicados.

·         La elaboración, aplicación, corrección y calificación de las pruebas es responsabilidad exclusiva del profesorado del centro que imparte el Bachillerato a distancia.

PROFESORADO ESPECIALISTA

El profesorado que imparte docencia en esta modalidad está formado, preferentemente, por docentes con destino definitivo en el centro, con experiencia en educación a distancia y manejo de herramientas digitales.

Este perfil garantiza una atención adaptada a las características del alumnado adulto, con metodologías activas, flexibles y centradas en el acompañamiento personalizado.

En Asturias, el único centro público que ofrece esta modalidad es el IES Doña Jimena de Gijón, pensado para que el alumnado pueda recuperar materias suspensas sin tener que repetir todo el curso.
El principal reto es que exige del alumno una mayor autonomía en cuanto a hábitos de estudio y organización personal.

El Bachillerato a distancia no es un camino más fácil, pero sí más flexible. Con acompañamiento, constancia y confianza, puede convertirse en una gran oportunidad.

¿QUÉ PUEDO HACER YO COMO MADRE/PADRE DESDE CASA?

Estudiar desde casa no significa hacerlo solo. Aquí tienes algunas ideas para acompañar sin invadir.:


ü     Ayúdale a diseñar su espacio de estudio. No hace falta tener una sala exclusiva, pero sí un rincón ordenado, con buena luz y libre de distracciones.

ü     Estableced juntos un horario realista. No se trata de llenar el día de horas de estudio, sino de encontrar un ritmo que combine concentración, descansos y tiempo libre.

ü     Usad herramientas visuales. Un calendario en la pared, una agenda o una app pueden ayudarle a visualizar entregas, exámenes y tutorías.

ü     Revisad la planificación semanal. Dedica unos minutos cada domingo para repasar con él/ella qué toca esa semana. No para controlar, sino para acompañar.

ü     Fomentad el uso de las miniguías. Son una brújula para cada asignatura. Ayúdale a entender cómo usarlas para organizar su estudio.

ü     Anímale a registrar su progreso. Llevar un pequeño diario de estudio o marcar tareas completadas le ayudará a ver lo que avanza y lo que queda por hacer.

ü     Promueve descansos activos. Estudiar desde casa puede volverse monótono. Salir a caminar, hacer algo creativo o moverse un poco entre bloques de estudio mejora el rendimiento.

ü     Facilitad la gestión de tutorías. Ayúdale a revisar el calendario de tutorías y a preparar dudas o temas que quiera consultar. Que vea que ese tiempo es valioso.

ü     Apóyale en los momentos de bloqueo. Si se atasca, no le resuelvas todo, pero sí ayúdale a pensar cómo puede buscar soluciones: ¿puede escribir al profesor?, ¿revisar el material?, ¿pedir ayuda?

ü     Celebrad los avances. No esperes a que apruebe todo. Cada paso, cada entrega, cada esfuerzo merece ser reconocido. Eso refuerza su autonomía y autoestima.

 

RECURSOS Y ENLACES DE INTERÉS

Portales oficiales de orientación educativa.-

  • EDUCASTURBachillerato para personas adultas. Información oficial sobre modalidades, requisitos, matrícula y normativa en Asturias.
    https://www.educastur.es
  • IES DOÑA JIMENA– Bachillerato a distancia. Centro público de referencia en Asturias para esta modalidad. Calendario, tutorías, contacto y recursos.
    https://www.iesdonajimena.es

 Herramientas para organizar el estudio y facilitar la autonomía.-

  • Trello / Notion / Google Calendar. Aplicaciones gratuitas para planificar tareas, organizar horarios y visualizar objetivos semanales.
  • Focus To-Do / Forest App.Apps basadas en la técnica Pomodoro para mejorar la concentración y gestionar el tiempo de estudio.
  • Canva para estudiantes. Herramienta visual para crear esquemas, presentaciones y mapas mentales de forma sencilla.
    https://www.canva.com/educacion