Corren tiempos difíciles para ser adolescente. Nada tiene que ver la etapa que nosotros vivimos con la que atraviesan nuestros hijos e hijas en la actualidad. Están inmersos en un mundo cada vez más digital, bombardeados por un exceso de estímulos e información, rodeados de expectativas desorbitadas, comparaciones constantes, modelos prefabricados de éxito inmediato, vidas aparentemente perfectas y caminos profesionales que parecen rápidos y fáciles, pero que rara vez reflejan la realidad.
Niños que llegan al instituto mucho antes de lo que lo hicimos nosotros, y que se ven obligados a tomar decisiones a edades muy tempranas sobre optativas, asignaturas e itinerarios escolares... cuando realmente aún desconocen cuáles son sus intereses, porque madurativamente todavía están conociéndose y desarrollando sus personalidades. ¿Cómo no va a ser difícil decidir?
Hablamos de un sistema educativo que les exige decidir sobre un futuro que aún les es muy incierto y se encuentra muy desdibujado. Decisiones que se toman desde la incertidumbre, el desconocimiento e incluso el miedo, y que pueden ir acompañadas de preocupaciones y ansiedades no solo a nivel personal, sino también familiar. Porque, como padres y madres que somos, nos entra la prisa y queremos protegerlos del error. Nos preocupa que elijan bien, que no sufran, que no se equivoquen, que acierten a la primera, que aseguren su futuro a nivel laboral... Y lo hacemos con las mejores de las intenciones —para eso somos sus padres, obviamente—, pero se nos olvida que es normal que no lo tengan claro. Se nos olvida que no están perdidos, sino en medio de un proceso personal que tienen que atravesar. Porque elegir en ese momento de sus vidas sin conocerse es como intentar sentarse a escribir un libro sin saber quién va a ser su protagonista.
Y es que, para poder elegir, es necesario tener claro lo que a uno le interesa, lo que le inspira, lo que le motiva, lo que le mueve.
La orientación académica, en su realidad, es una exploración individual que implica un trabajo de aprender a escucharse sin tanto ruido externo; de aprender a valorar lo que le gusta hacer, lo que le hace sentir bien; de pensar en el tipo de vida que le gustaría tener. Un proceso que deben hacer desde la calma, desde la escucha y la comprensión en casa. Desde el respeto a la dificultad que para ellos implica, y desde el hacerles saber que pueden probar sin miedo, que tienen permiso para equivocarse o para cambiar de opinión sin decepcionar a nadie. Sin presiones y sin juicios por miedo a no hacer lo correcto.
Y
para eso, nuestros adolescentes tienen que sentir que en casa somos un refugio,
que pueden elegir con libertad. Con la tranquilidad de saber que no hay un
único camino para hacerlo bien. Sabiendo que lo que necesitan no es que les
demos las respuestas ni que les digamos lo que haríamos nosotros, sino que les
ayudemos a encontrar las suyas.
Lo que necesitan es que les escuchemos sin interrumpir ni agobiar, y que les acompañemos sin dirigir su camino. Porque para poder empezar a explorar, conectar con lo que de verdad les interesa y tomar decisiones más conscientes, necesitan calma. Hoy más que nunca, necesitan espacios seguros para pensar, para equivocarse, para explorar sin miedo.
Porque la orientación académica no va de tenerlo todo claro con 15 o 16 años. Va de aprender a conocerse, de aprender a decidir, de poder equivocarse y volver a empezar. Va de estar presentes, de acompañar sin invadir, de validar y confiar sin exigir garantías ni certezas. Porque lo que importa no es decidir rápido y con prisas, sino empezar a construir una vida con sentido.
Y es por ello que cobra importancia el papel del orientador educativo. Una figura que no solo está para dar información sobre las opciones disponibles, sino para escuchar, acompañar y guiar en el camino, no solo al alumno, sino también a su familia.
Acudir a orientación no significa estar perdido. Significa querer tomar decisiones desde la calma, con más información y, por tanto, con más seguridad. Significa contar con un espacio en el que no se juzga, donde se escucha y se ofrecen alternativas que ni siquiera se habían considerado.
Por eso, desde el IES Peñamayor animamos a preguntar, a solicitar información en este proceso que debería ser compartido.
¿QUÉ PUEDO HACER YO COMO MADRE/PADRE DESDE CASA?
Aquí van diez consejos:
- Favorece el
diálogo sobre el tema. Plantea preguntas que le ayuden a pensar:
- “Si pudieras
probar algo solo por ver cómo es, ¿qué elegirías?”
- “¿Qué le
pedirías a tu trabajo ideal: trabajar con gente, poder moverte, ¿estar en
un sitio fijo...?”
- “Últimamente, ¿qué temas te generan más curiosidad?”
- Tranquilidad. Si nosotros nos alteramos, ellos se bloquearán más.
- Escucha sin prisas. A veces solo necesitan hablar en voz alta para aclararse. No todo se decide en una conversación; a veces se necesitan días, incluso semanas, para procesar.
- Evita comparaciones. Cada adolescente tiene su ritmo, su historia, sus intereses, sus momentos y sus procesos.
- Valida siempre
sus dudas.
No las minimices, normalízalas:
- “Es normal no
tenerlo claro.”
- “A tu edad me
pasaba lo mismo.”
- “Es parte del proceso.”
- Evita dramatizar sus decisiones. Elegir una optativa o una modalidad no determinará toda su vida. Frases como “eso no tiene salida” o “con eso no vas a vivir” pueden bloquear más que ayudar.
- Cuida el
vínculo.
Recuérdale que confías en él/ella, que puede contar contigo si se
equivoca:
- “No pasa nada si te equivocas, siempre habrá otras opciones.”
- Comparte tu experiencia personal sin imponerla. Contar cómo tomaste tus decisiones puede ayudar, pero no debe convertirse en una expectativa.
- Ofrécele información, pero sin saturar. Mejor poco y claro que mucho y confuso.
- Recuérdale que
puede acudir a la orientadora.
- “¿Por qué no
subes a ver a la orientadora? A veces, hablar con alguien que tiene más
información ayuda a ver las cosas con más claridad.”
A veces, solo necesitan un espacio para ordenar sus ideas.
RECURSOS Y ENLACES DE INTERÉS
Portales oficiales de
orientación educativa.-
- TodoFP – Información
completa sobre Formación Profesional en España: ciclos, salidas,
requisitos, becas, etc.
- Universidad
de Oviedo –
Información sobre grados, notas de corte, becas y vida universitaria en el
entorno más cercano.
- EDUCASTUR:FP – Oferta de ciclos de Formación Profesional en Asturias.
Herramientas de
autoconocimiento y exploración.-
- QEDU (Qué Estudiar y Dónde en
la Universidad) – Comparador de grados universitarios por nota de
corte, empleabilidad y demanda.
- EligeFP – Herramienta
interactiva para descubrir ciclos formativos según intereses.
- UNISCOPIO – Plataforma
online de orientación académica.
- EDUCACIÓN 3.0 – 20 Webs para ayudar a los estudiantes a elegir carrera.
Lecturas recomendadas
para familias.-
- Bueno, David (2022). El cerebro
del adolescente: Descubre cómo funciona para entenderlos y acompañarlos. Grijalbo.
- Bilbao, Álvaro (2015). El cerebro
del niño explicado a los padres. Plataforma Editorial.
- Bilbao, Álvaro. Educar sin perder
los nervios. Plataforma Editorial.
- Funes, Jaume (2018). Quiéreme
cuando menos me lo merezca... porque es cuando más lo necesito. Editorial
Paidós.
- López Iglesias, Sonia. El privilegio
de vivir con un adolescente – Educar desde la empatía y el
optimismo.
- López Iglesias,
Sonia (2021). El privilegio de vivir con un adolescente: Educar
desde la empatía y el optimismo. Editorial Desclée De Brouwer.